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Seodaemun prison cells

A los Coreanos en el Extranjero Jamás se Nos Debe Olvidar Por Qué Somos Gyopo

By Grace Hahn

Prision Seodaemun

Nuestra Visita a la Prisión  Seodaemun: No se puede borrar la historia

Statue outside Seodaemun Prison, representing freedom
Outside Seodaemun Prison in August of 2024

Hace un par de meses, precisamente el día en que se celebra el Día de la Liberación, el 15 de agosto, tuvimos el honor de visitar la PRISIÓN SEODAEMUN y el MUSEO DE LA HISTORIA COLONIAL JAPONESA EN COREA.

Cuando llegamos, tomamos estas fotos de toda las personas de varios nacionalidades llegando al museum con sus banderas coreanas 태극기 (Taegukgi).  Caminamos hacia una mesa donde nos dieron banderas y, junto con padres con bebés en carritos, estudiantes y personas disfrutando un día caluroso de verano, todos esperamos en una larguísima fila para que nos permitieran entrar al museo en pequeños grupos.  

No es un lugar agradable.  Lo hace a uno sentir ira y tristeza, pero es un sitio que nos recuerda​ que millones de coreanos sufrieron durante la ocupación japonesa, entre ellos nuestros bisabuelos y abuelos.

(Abajo) Fotografía tomada en el Parque de la Independencia.  En la foto, desde la parte inferior izquierda y en dirección de las manecillas del reloj, ​la Seodaemun Prison Hall,   Monumento Nacional del Gobierno Provisional Coreano, Secundaria de las Ciencias Hansung, Muakjae, Monte Inwang.  Autor: MonasteryInwang

80 Years of Freedom and Peace
Seodaemun Prison Memorial Hall in 2024

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Al entrar en la Prisión, un jóven estaba preparado para recibir a los visitantes, indicando que debíamos subir unas escaleras muy angostas e inclinadas hacia el segundo piso (obviamente, la estructura original ha sido respetada como era hace más de 100 años).  Tan pronto como entramos en la primera zona, nos encontramos rodeadas de cientos de fotografías que cubren los muros de pared a pared, mostrando los rostros y nombres de aquellos que vivieron, fueron torturados y murieron en Seodaemun, todos eran civiles.

Durante la ocupación japonesa, unos 40,000 independentistas coreanos fueron prisioneros en Seodaemun y unos 900 de ellos murieron ahí.  El Sr. Kim Tae-dong, uno de los investigadores que trabajan en el museo, explica que la Prisión Seodaemun fue construida en 1908 y fue ampliada en varias ocasiones hasta 1923.  Cuando fue abierta por primera vez, 500 personas fueron encarceladas ahí.  Pata 1923, la población había aumentado a 3,000.  En 1936, se construyó un edificio separado para prisioneros que esperaban un juicio.  Se puede apreciar en la fotografía arriba solo una parte de la prisión.  Originalmente comprendía 60 edificios en un área de 1 kilómetro cuadrado.  Solo un cuarto del área fue preservada hasta la actualidad.

Japón construyó 28 prisiones durante su ocupación de Corea, comenzando por la Prisión Seodaemun.  En ese entonces, la población de Corea era de unos 18.8 millones de personas.  En el ápice de la ocupación japonesa, casi 6.1 millones de coreanos habían estado en prisión.  Eso significa que uno de cada treat coreanos fue prisionero.  Los muros de la segunda sala están completamente cubiertos con 6,624 registros de 5,500 prisioneros.  Algunos rostros muestran cicatrices, ojos y labios hinchados, así como golpes y moretones.  Uno de los registros es el de el famoso independentista Dosan Ahn Chang-ho, (fotografía abajo de la época en que estuvo en prisión en Seodaemun).   

Ahn Chang-ho.webp
Seodaemun prison cells in Seoul, Korea.  Many Korean independence fighters were tortured and died here.

La Prisión Seodaemun se usaba para encarcelar a los activistas anti-colonialistas cuando Corea se consideraba un "protectorado" de Japón.  

28 de junio de 2009, autor: Christian Senger from Ulm, Alemania

Torture box in Seodaemun Prison

Bajamos por escaleras oscuras y por las que teníamos que bajar de uno en uno.  Aquí se encuentran las salas de tortura.  Kim Tae-dong de Seodaemun Prison History Hall explica que los historiadores reportan que se empleaban 100 formas distintas de tortura, una de ella la infame tortura del agua, para romper el cuerpo y la mente de la gente y que jamás volvieran a tratar de luchar por la independencia de Corea.

Al otro lado del pasillo hay celdas temporales y salas para interrogatorios.  Las celdas se encuentran junto a las salas para que aquellos en las celdas pudieran escuchar los gritos de las víctimas siendo interrogadas.  Otros métodos horribles de tortura incluían encajar agujas o astillas de madera debajo de las uñas y encerrar a una persona dentro de un cubo pequeño recubierto al interior de clavos o en un sarcófago de pie.  La persona permanecía en el sarcófago durante días (foto arriba) para evitar cualquier movimiento.  Al salir, los músculos y las articulaciones estaban dolorosamente acalambradas y la salud se había deteriorado de forma importante.  Los guardias japoneses no dejaban salir a la persona hasta que confesara, fuese una confesión cierta o falsa.  


Los pisos de las celdas son de madera y no hay calefacción ni aire fresco.  No hay baños en las celdas, de manera que los prisioneros tenían que usar una cubeta.  La celda Núm. 12 era para confinamiento en solitario.  El cuarto no tiene ventanas, por lo que se llamaba "el cuarto oscuro", sin luz 24 horas del día.  Los prisioneros salían únicamente para ser obligados a trabajar en la fábrica de la prisión, donde producían artículos militares durante más de 10 horas al día.

The leaders of the Provisional Government of Korea

Líderes del Gobierno Provisional Coreano, quienes jugaron un papel central en el Movimiento de Independencia.  En abril de 1919, este gobierno fue establecido en Shanghái, China y Corea luchó por su independencia hasta 1945.

Enseguida, caminamos hacia la prisión de las mujeres.  Aquí es donde Yu Gwan-sun (abajo, foto de ella tomada en prisión) y otras activistas independentistas fueron prisioneras.  Se construyó en 1918 y se utilizó hasta 1979.  La prisión de mujeres fue restaurada en base a los planos originales descubiertos en 2009 y abrió al público el año pasado.  Está compuesta de 8 celdas, las cuales ahora muestran los documentos de registro de la prisión y las historias de las vidas de las prisioneras.  Escribiremos un post dedicado a estas bellas, valientes, fuertes mujeres que deben considerarse heroínas por las mujeres de hoy.

Yu Gwan-sun, a brave, determined, beautiful girl who died in Seodaemun prison under torture.  She was one of the youths who protested in the March Independence Movement

Yu Gwan-sun (1920).  Autor desconocido

La prisión Seodaemun también honra a los coreanos que ayudaron desde donde estuvieran, como pudieron, para liberar a su país.  El texto en la fotografía arriba dice:

El Movimiento de la Independencia en Latinoamérica

En Centro y Sudamérica, incluyendo Cuba y México, se establecieron varias organizaciones.  La Asociación Nacional Coreana, la Asociación Patriótica Daedong, y el Comité Conjunto Coreano-Americano, entre otros.  Ellos continuaron los esfuerzos por apoyar el movimiento de independencia coreano, aún mientras ellos mismos se enfrentaban a dificultades viviendo en países extranjeros.  

Im Chun-Taek, Seo Beong-hak, y Park Chang-woon dedicaron su vida a publicitar la injusticia y anexación forzada, así como la realidad brutal de Corea, así como a reunir fondos para el movimiento de independencia.

Memorias de la Lucha Coreana en México y Cuba

Koreans in Cuba
Koreans in Cuba celebrated in an exhibit in Seodaemun Prison

El texto arriba de la fotografía dice: En 1941, él apoyó el movimiento de independencia como miembro de la Asociación Coreana Americana.  

El texto abajo del recorte de periódico dice:  Artículo sobre Park Cheon-un quien apoyó con fondos el movimiento de independencia, periódico Shihan Ilbo.

Texto abajo de la foto: Foto de la Familia del Gobernador Park Chang-un en 1930

El texto arriba a la derecha en la fotografía dice: Matanzas, Cuba, Edificio de la Asociación Coreana 

Historia del Hanbok y su Papel
en la
Protesta

Por Grace Hahn

Fotografía izq:  National Maritime Museum.   Greenwich, Reino Unido (1885)

Hanbok

La palabra hanbok es una combinación de "han" (한), que significa "coreano/a," y "bok" (복) "ropa."  El término emergió en el siglo 19, sin embargo, los coreanos han vestido con ropa blanca desde el Reino Buyeo (siglo 4 a.C. a 494 d.C.).  Blanco era el color de la luz del sol en una cultura agraria en la que el cielo era adorado.  La ropa y los alimentos blancos se usaban en rituales chamánicos.  Las cuatro fibras tedxtiles principales trandicionalmente empleadas para hacer hanbok eran la seda, el cáñamo, el ramio, y el algodón.  Existe evidencia de sericultura (cría del gusano de seda) en Corea que data del período neolítico (10,000-4,500 a.C).

 

La forma en que vestía la gente en Corea fue producto de la adaptación al clima, la geografía, las creencias espirituales, los valores y otros factores.  La cultura del sentado es muy importante en el desarrollo de la ropa en Asia.  En Corea, en general la gente se sentaba en forma yangbandari o sobre una superficie plana o piso, con piernas cruzadas.  El habok se desarrolló a lo largo de siglos, pero siempre de formas prácticas y estéticamente apropiadas para en sentado con piernas cruzadas.

Los Tres Reinos

Silla (57 a.C.-668 d.C.)

Goguryeo (37 a.C. – 668 d.C.)

Baekje (18 a.C.-663 d.C.)

Mural found in Goryeo Susan-ri tomb

Acercamiento de dos sirvientas a la derecha del mural que aparece abajo.  Foto: autor desconocido.

한국어: Tumba Gorgeyo Susan-ri.  Creative Commons.  Autor: ShareAlike 3.0.

Las primeras imágenes de un hanbok se remontan a los Tres Reinos de Corea: Baekje, Goguryeo, y Silla (57 a.C.-668 d.C.).  Arriba se pueden apreciar fotografías de un mural encontrado en la tumba Susan-ri (siglos 4o-6o d.C.), que muestran una versión inicial del hanbok.  Al principio del Reino Goguryeo, el jeogori (saco) se extendía debajo de la rodilla.  Las mujeres en ocasiones vestían faldas plisadas con pantalones abajo de la falda.  La dama de la realeza en el mural viste una falda multicolor, mientras que sus sirvientas (o ciudadanas comúnes) llevan faldas plisadas blancas.

El estilo de vida coreano en ese período incluyó en la ropa, como se puede ver en el mural encontrado en una tumba real (photo abajo), en el cual los hombres a caballo visten jeogori ajustado y pantalón, cómodos para montar.  En esa época, el jeogori llegada a la cadera y se usaba con baji (pantalón).  

Hunters on a mural in a Goguryeo period tomb

Los Cazadores.  Mural en Tumba Real.Goguryeo.  Autor desconocido.

Reino Silla Unificado (668-935 d.C.)

 

El Reino Silla unió a los Tres Reinos en 668 d.C. y el Reino Silla Unificado (668-935 d.C.) importaba sedas, lino y moda de la China de la Dinastía Tang, como se aprecia en las estatuillas en la fotografía abajo.  En la historia del hanbok, esta es la única era en la que el saco se ha portado con la falda envuelta alrededor del busto, encima del saco.

Unified Silla figures at the National Museum of Korea

Galería de Silla Unificada, Museo Nacional de Corea, Seúl. Colección fotográfica completa catalogada en WorldHistoryPics.com.  Autor Gary Todd de Xinzheng, China.

Models of a King and Queen of Silla at the National Folk Museum in Korea

Modelos del Rey y la Reina de Silla en el Museo Nacional de Folclor de Corea en Seúl.  Por Nagyman

La Dinastía Goryeo (918-1392)

La Dinastía Goryeo mantuvo relaciones con China, por lo que una combinación de las dinastías Tang y Song con estilo coreano se fue desarrollando para la realeza y los oficiales de la corte, mientras que la ropa tradicional coreana era lo que se usaba en la vida cotidiana.

En el siglo 13, la dinastía Goryeo firmó un tratado de paz con el Imperio Mongol y siete mujeres de la familia Imperial Yuan se casaron con reyes de Goryeo, de manera que la vestimenta Yuan influyó a los nobles: la chima (falda) era más corta y el jeogori quedaba arriba de la cintura, atado en el pecho con un listón (en lugar de en la cintura, como cinturón, como era el caso antes de la Dinastía Goryeo.  

Durante el período Goryeo, la constumbre de la dinastía china Tang de usar la falda sobre el saco comenzó a desaparecer y los artistócratas empezaron a usar el saco sobre la falda, aunque el estilo Tang se usó hasta principios de la dinastía Joseon.

Lady Jo Ban, Goryeo Dynasty painting

Retrato de la Dama Jo Ban (1341-1401 AD),  Dinastía Goryeo . Author desconocido

La Dinastía Joseon (1392-1897)

Sin Yun-bok (신윤복; 1758–1813), mejor conocido por el nombre Hyewon, era un pintor coreano del período Joseon, conocido por sus representación realista de la vida cotidiana en su época.

Painting by Shin Yun-bok

Wolha jeongin, de  Hyewon pungsokdo pintado por Shin Yun-bok, or Hyewon. En el Museo de Arte Gansong en Seúl, (ca 1805).  Autor 혜원 신윤복

La palabra hanbok apareció  en el período Joseon, de hecho, el primer uso del término aparece en un documento de 1881 en el cual habok se usa para distinguir entre la ropa coreana y la ropa japonesa y occidental.  El estilo de vestimenta coreano tradicional como se conoce actualmente se estableció durante la Dinastía Joseon, cuando el Neo-confucianismo distaba qué tipo de ropa debía vestir cada clase social y en qué ocasiones.

Uno de los artículos de ropa que cambió más drásticamente fue el jeogori (saco corto), el cual para el siglo 16 medía unos 65 cm de largo.  En el siglo 18, las Giseng or cortesanas (imágenes abajo) usaban el jeogori de manera que se podía ver la cintura de la chima (falda).  El saco continuó acortándose hasta que llegó a medir entre 28 y 14 cm en el siglo 19.

Gisaeng dancing with swords

“Bailando juntas con dos espadas" (título: Ssanggeum daemu) Gansong Art Museum en Seúl

(se calcula después de 1805).  Autor  Shin Yunbok or Hyewon, su nombre artístico .

Painting of Gisaeng by artist Shin Yun-bok

Parte de una pintura por el artista Shin Yun-bok. Escaneado de  조선사람들, 혜원의 그림 밖으로 걸어나오다 por 강명관, 푸른역사, 2001. Autor Klaus314.

Joseon Dynasty Hanbok

Escaneado de una obra de Shin Yun-bok.  Fuente 강명관 지음, 《조선 사람들, 혜원의 그림 밖으로 걸어나오다》, 푸른역사, 2001.

Durante el período Joseon, la falda desarrolló más volumen.  A fin de lograrlo (imagen abajo), las mujeres de las clases nobles usaban mucha ropa interior: una enagua o soksokgot, una falda con muchas capas de tela o mujigi chima, un pantalón que llegaba a la rodilla o dansokgot.

Variaciones en el hanbok de la Dinastía Joseon se utilizaban para distinguir la clase social, el estado marital y la edad de la persona - reflejando directamente los valores neo-confucianos sobre la importancia de mantener los papeles sociales a fin de alcanzar la harmonía social.  No era bien visto que las mujeres mostraran su piel o la forma de su cuerpo, lo cual impedía el hanbok.

Mujigi Chima Korea

Mujigi chima.  Fondo de mujer.  Autor desconocido

Es interesante resaltar que los hanbok se cortan y cosen planos, a diferencia de la ropa occidental donde se corta sobre un maniquí.  Un hanbok se corta y cose sobre una superficie plana (imagen abajo), lo cual disminuye el desperdicio de tela y los sobrantes se usan para crear saekdong (tiras de colores) para decorar mangas o jogakbo, una tela de parches que se emplea para crear tela para envolver conocida como bojagi.  

Hanbok cut and sewn flat
Bojagi wrapping cloth

Bojagi (tela para envolver paquetes) en parches Jogakbo.  Autor desconocido

Los historiadores consideran que el estilo jogakbo de tela hecha de pedazos de tela meticulosamente unidos fue creado por las mujeres como un pasatiempo doméstico debido a la naturaleza detallada de un trabajo que tomaría mucho tiempo crear y el hecho de que no existe el jogakbo en la corte de la realeza.

Traditional hanbok skirt with jacket made of jeogori jogakbo (patches).

Mujer vestida con jeogori jogakbo (hecho de parches).  La foto también muestra un norigae, accesorio tradicional que cuelga de la falda. (Flickr)

Hombre coreano, 1904.   Willard Dickerman Straight y Biblioteca de Relaciones Estados Unidos-Corea   Cornell University Library

Coreanos que querían ver los debates del Club de la Independencia a fines del siglo 19

Los Eventos que Condujeron a las Protestas del Hanbok Blanco

Durante siglos, China ejerció soberanía sobre Corea y los coreanos pagaban tributo (en forma de plata, arroz, etc.) a las Dinastías  Tang (618-907 AD), Yuan (1271-1368) y Ming (1368-1644).  A cambio de este tributo, China ocasionalmente intervenía para proteger a los reyes coreanos cuando era necesario.  Sin embargo, Corea mantenía cierto grado de autonomía e independencia.

El Poder Detrás del Rey

Entre 1863 y 1895, Corea fue gobernada por el Rey Gojong y la Reina Myeongseong (también conocida como la Reuna Min).  La Reina era una mujer inteligente a quienes muchos consideraban la verdadera fuerza detrás del rey.  Ella consideraba a Japón como una amenaza para su país, y pensaba que Rusia podría equilibrar esa amenaza evitando la expansión de Japón en Asia.  Su oposición a Japón al final tuvo como resultado su asesinato en octubre de 1895 por agentes japoneses.  Después del assessinato de la Reina, el Rey Gojong y el Príncipe Heredero Yi Tae-min abandonaron el palacio Gyeongbokgung en secreto y se refugiaron en la misión diplomática rusa, desde donde gobernó durante un año.  El Rey Gojong buscaba modernizar Corea, sin embargo, era un hombre débil e indeciso que confiaba demasiado en sus asesores, lo cual ocasionó divisiones dentro del gobierno.

Emperor Gojong
Queen Min Korea

Rey Gojong.  Foto 12 de Octubre 1907.  (Foto Dominio público, via Wikimedia Commons)

La Reina Min (Emperatriz) Myeongseong.  Autor desconocido

Los Rebeldes

El Movimiento Donghak fue fundado en 1860.  Sus seguidores eran campesinos que estaban en contra de la corrupción de la dinastía Joseon y la influencia extranjera en Corea.

En marzo de 1894, el Donghak inició un levantamiento y los rebeldes derrotaron a las fuerzas del gobierno en dos batallas.  El gobierno solicitó a la dinastía Qing su intervención y Qing mandó a 2,700 soldados a Corea.

La rebelión Donghak le dio a Japón el pretexto para intervenir militarmente, declarando que los cuidadanos japoneses estaban siendo amenazados por los rebeldes.  Así fue como inició la primera Guerra Sino-Japonesa (1894-1895), con ambos países luchando por influencia sobre Corea.  La guerra demostró que China no había modernizado a su ejército, y así, el dominio en Asia cambió de China a Japón.  "El impacto más importante de la rebelión Donghak puede haber sido cambiar el orden regional del poder en Asia Oriental que había durando milenios."

Después de la rebelión Donghak de 1894, el gobierno coreano implementó las Reformas Eulmi y Gabo a fin de resolver algunos asuntos que habían ocasionado la rebelión.  Una de sus metas era modernizar Corea, incluyendo promover la ropa al estilo Occidental, establecer un ejército moderno, promover la educación Occidental, la industrialización, así como limitar el poder de la aristocracia.

Sin embargo, la reformas no tuvieron éxito debido a una combinación de oposición interna y presiones externas.  El fracaso de las reformas contribuyó a una mayor falta de estabilidad en Corea y abrió el camino a una mayor influencia japonesa en el país.

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Jeon Bong-jun, líder de la rebelión Donghak, tercer hombre de izquierda a derecha.  Del libro "History of Japan-Korea Annexation about which Image talks" published de Roudoukeizai Sha

El Sangtu: el significado del cabello largo de un hombre coreano

Tradicionalmente, cuando un niño se convertía en hombre, su cabello largo era peinado en un nudo en la parte superior de la cabeza (fotos abajo).  De acuerdo a Lillias Underwood, una misionera americana que llegó a Corea en 1888, "No importa su edad, sin un nudo en su cabello nunca será considerado un hombre, no se le hablará con honoríficos ni se le tratará con respeto."

El Neo-confucianismo llegó a Corea durante la Dinastía Goryeo en el siglo 10 y trajo una serie de jerarquías y normas sociales muy estrictas.  Entre ellas, la importancia de la relación entre un padre y sus hijos.  Rl Confucianismo enseñaba que el pelo en todo el cuerpo de un hombre pertenecía a sus padres.  Por lo tanto, el cabello no era cortado porque representaba devoción a los padres: respeto, obediencia y cuidado de los padres y ancestros.

Korean men in white hanboks and hair in sangtu

Hombres vestidos de hanbok blanco y cabello en sangtu (autor desconocido.  Dominio público)

Korean Traditional Man Sangtu Hair Style
Korean Man's sangtu cover

(Izquierda) Peina sangtu de hombre.  2024.  Author: Gyulaizsoka.  (Derecha) Santu-gwan o cubierta para nudo sangtu (autor desconocido)

El Sangtu del Rey Gojong

En diciembre de 1895, frente a un pequeño grupo de oficiales japoneses, un barbero japonés le cortó al Rey Gojong el sangtu, seguido por el príncipe heredero y el Daewongun (padre del Rey).  Después de la familia Real, les cortaron el cabello a oficiales del goberno, soldados y policías coreanos.  A la gente en las calles la policía les cortaba el cabello a la fuerza, a menudo con espadas.  Algunos hombres caminaban por las calles sosteniendo su cabello largo en las manos, llorando.

Sin embargo, después de que la rebelión Donghak fue brutalmente surprimida por el gobierno coreano, muchos coreanos formaron grupos de resistencia llamados el Ejército Justo, una continuación del Movimiento Donghak que continuó la lucha por la independencia entre 1895 y el final de la Segunda Guerra Mundial.  En su mayoría se trataba de campesinos y soldados, pero incluía a algunos miembros de la clase Yangban (aristocracia, oficiales y académicos) que se oponían al decreto del corte del cabello y vestían hanbok blanco mientras participaban en guerrillas contra los japoneses.  

Pero algunos miembros del Ejército Justo vestían ropa Occidental.  De hecho, An Jung-gun, el activista de la Independencia Coreana que asesinó a Itô Hirobumi, Gobernador Colonial Japonés en Corea en 1909.  En la fotografía abajo aparece con cabello corto y ropa Occidental.  Sin embargo, se dice que cinco minutos antes de su ejecución se cambió la ropa y se vistió de hanbok.  Es posible que la historia sea un mito, pero sigue siendo un símbolo de nacionalismo y resistencia coreana contra el colonialismo japonés.

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An Jung- gun (1906).  Auttor desconocido.

El 2 de noviembre de 1905, cuando se firmó el Tratado Eulsa, los japoneses firmaron un documento titulado "Proclamación de Prohibición de Vestimenta Blanca o Sin Color".  Los coreanos no respondieron a esta orden, aun después de que habían sido colonizados en 1910.  La Campaña Japonesa de Ropa de Color fue implementada poco después de que Japón anexó a Corea como un esfuerzo más para suprimir el nacionalismo y asimilar a los coreanos a la sociedad japonesa.

En 1919, después de una década bajo el gobierno brutal de Japón, surgió una serie de movimientos de independencia.  En febrero, los líderes de la Resistencia en Manchuria y estudiantes coreanos en Tokio publicaron declaraciones de independencia.  Después explotó el Movimiento del 1o de Marzo.

March 1 Movement Korea

Fotografías del Movimiento del 1o de Marzo se ven llenas de individuos vestidos de blanco, claramente relacionando el hanbok blanco con la resistencia.

Para la década de los años 1930, la prohibición contra la ropa blanca se convirtió en una política concreta.  La policía detenía a la gente, les derramaban tinta en la ropa o escribían propaganda política sobre la vestimenta blanca.  Aquellos que vestían de blanco perdían su derecho a recibir comida, educación y acceso a espacios y edificios públicos.

Como parte de la política japonesa de asimilación cultural, la Ordenanza Núm. 20 (comúnmente conocida como la "Órden de los Nombres") se convirtió en ley en 1940.  Los japoneses obligaron a los coreanos a adoptar nombres japoneses con el fin de borrar el idioma, la cultura e historia de Corea.  Hablar o escribir en coreano estaba prohibido en escuelas y medios oficiales.  La política de asimilación denigró al pueblo y la cultura coreana como inferiores a los de Japón, quienes se creían "civilizadores" que "educaban" al pueblo colonizado.

El rechazo pasivo inicial​ de cambiar un estilo de vida establecido se convirtió en un acto resistencia y la ropa cotidiana se convirtió en una postura política.  Mientras tanto, Japón se preparaba para la Guerra del Pacífico (1937-1945), imponiento una mobilización de coreanos por medio de servicio militar obligatorio, trabajos forzados y esclavitud sexual.  Para esta etapa, los coreanos veían la supresión del hanbok blanco como la supresión de su pueblo.

El hanbok blanco continuó siendo un símbolo de resistencia contra Japón​ aun después de la Segunda Guerra Mundial.  No fue hasta la Guerra de Corea (1950-1953) que la gente poco a poco dejó de vestirse de hanbok blanco.

Actualmente, el hanbok es un símbolo de la herencia e identidad coreana.

ORGULLO CULTURAL

El Hanbok Moderno

El K-pop 

La Semana de la Moda en París y el Hanbok

Yoongi (Suga) in modern Royal Hanbok

El cantante y rappero de BTS, Min Toongi, vestido de hanbok para un video musical.  Viste un hanbok con bordado de dragones, tradicionalmente una vestimenta exclusiva de los Reyes Coreanos llamada Gonryongpo.  Su cabello lo lleva peinado en sangtu.

Hanbok in Paris Fashion Week

Hanbok moderno diseñado por Danha Kim

en la Semana de la MOda en París 2022.  De su colección "Transcendence"

Hyunjin Stray Kids in Modern Hanbok

Hyunjin rappero y cantante del grupo coreano Stray Kids vistiendo una versión de un hanbok moderno y su cabello en sangtu.

From the Great Goryeo Collection by Korean designer Leesle, 2024

De la diseñadora coreana Leesle, 2024, "La Colección  del Gran Goryeo"

Referencias

 

Dooley, Diane, The Land of Hats (La Tierra de los Sombreros).  Gwangju News, September 15, 2021.

 

Hyung, G., Fashion and Modernity: Changing Meanings of Clothing in Colonial Korea (Moda y Modernidad: Los significados cambiantes de la vestimenta en Corea colonial).  Journal of International and Area Studies 75, Volume 1 1, Number 3, Special Issue, 2004, pp.75-93

 

Kim, Seok-hee.   JOSEON IN COLOR: “Colored Clothes Campaign” and the “White Clothes Discourse” (Joseon a Color: La Campaña de la Ropa de Colores” y el “Discurso de la Ropa Blanca”).  The Review  of Korean Studies Volume 14 Number 1.  March 2011.

 

Lee, Yeseung, The White-clad People: The white hanbok and Korean nationalism. (El Pueblo Vestido de Blanco: El hanbok blanco y el nacionalismo coreano.  Westminster School of Arts, University of Westminster, London. 2022.

 

Mackenzie, Frederick Arthur, 1908, The Tragedy of Korea (La Tragedia de Corea), London: Hodder and Stoughton.

 

Neff, Robert, The Politics of Hair (La Política del Cabello).  The Korea Times, Jan 5, 2020.

 

Seo, Bong-ha, White Hanbok as an Expression of Resistance in Modern Korea (Hanbok blanco como símbolo de resistencia en Corea moderna).  Yong-in Songdam College.  (2014). 

Diaspora
Korean children living in poverty in Russia
Korean diaspora in Russia

Nosotros, la Diáspora Coreana del Mundo

Diáspora se refiere a un gran número de personas que comparten el mismo origen cultural y regional pero viven lejos de su tierra natal.  

La Diáspora Coreana: Hanin, Gyopo, Dongpo

¿Cómo llegaron los coreanos a México?

Puedes leer la historia AQUÍ

El Chamanismo Coreano:
Un viaje personal for la fé, el silencio y la memoria ancestral 

Por Graciela Hahn Villagrán
Bisnieta de Geon-se y nieta de Han Jong-weon, héroes del Movimiento de Independencia Coreano
Shaman during ritual
El Shamanismo Coreano y la fe

¿Por qué nuestros no vamos a la iglesia, Mami?

Cuando era pequeña, no comprendía por qué nosotros no asistíamos a misa.  No conocía todavía las tradiciones espirituales - la manera en la que la fé puede residir tranquilamente en el cuerpo, no en un edificio.

Ella no dudó. “Llevamos a Dios en nuestros corazones,” dijo.

Parecía una respuesta.  Pero en realidad lo sentí como el inicio de un misterio.

Años después, le pregunté a una de mis tías coreanas cuál era su religión.

"Somo Católicos," me dijo.

Qué raro.  Nunca había visto a los coreanos en la iglesia.

Hizo una pausa y miró hacia otro lado.

"Éramos budistas cuando llegamos a México.  Pero entonces..."

No terminó la frase.

Pasaron los años y yo seguí tratando de comprender que sucedió después de "pero entonces."

Una fé silenciosa: el chamanismo coreano más allá de lo aparente

He trazado el viaje de mi familia coreana - por medio de documentos históricos, historias susurradas, a través del silencio que rodea el dolor.  Aprendí que los primeros inmigrantes que trabajaron el henequén en las haciendas en Yucatán fueron presionados - quizá obligados - a convertirse.  El catolicismo era algo que se daba por hecho.  Resistirse significaba la exclusión social - o algo peor.  

Sin embargo, detrás de todo eso - detrás de los nuevos santos, los nuevos rituales - existía algo más antiguo.

Algo sin nombre, pero algo que se sentía.

No fue hasta que vi una película coreana - una mujer vestida en ropa de colores brillantes, llamaba a los muertos - que lo reconocí.

El chamanismo.

No se sentía como algo extraño.  Lo sentí como algo...familiar.  No aterrador sino tierno.  Una forma de comunicación con aquellos que hemos perdido.

Esta historia no es un estudio - es una excavación personal.  Una viaje por las creencias que sobrevivieron la colonización, conversión y el olvido.  Es sobre Corea, sí.  Pero también sobre lo que significa llevar una memoria ancestral en tu cuerpo, aunque nadie la mencione en voz alta.  

Las Raíces del Chamanismo Coreano: De mito a margen 
 

Mucho antes de que se escribieran libros y se delinearan fronteras, antes de que reinaran reyes en palacios de piedra, hubo un dios de las montañas, una osa, y un sueño de convertirse en humano.

Así cuenta la leyenda.

 

De acuerdo a la leyenda coreana, todo comenzó en el año 2333 a.C., cuando Dangun Wanggeom - descendiente del cielo, nacido de una osa - fundó el primer reino coreano.

No era solo un rey.  Era un puente.  Un ser que podía desplazarse entre mundos - los visibles y los invisibles.  Hablaba con los espíritus, con los dioses, con los ancestros.  Él fue el primero en un largo  linaje de chamanes.  

En el mundo de Dangun, el velo entre la vida y el mundo de los espíritus era muy sutil.  

Su historia es más profunda - un mito del origen de un pueblo en el que los humanos y los espíritus nunca están completamente separados.

Pero el mundo cambió. 


Durante la dinastía Goryeo, el budismo le dio forma a la vida cotidiana.  Había templos en las montañas, monjes estudiaban textos antiguos, y se escuchaba el susurro de oraciones en el aire.

Din embargo, el chamanismo sobrevivió - en hogares, en callejones, en templos de las montañas - en silencio, obstinadamente, como una raíz que se rehusa a morir.

Llegó la Dinastía Joseon, y con ella, llegó el Confucianismo.  

Esta nueva filosofía no aprobaba del tema de los espíritus.

Los académicos confucianos creían firmemente en el orden.  En las jerarquías.  En las reglas.

Ellos llamaban a los ritos chamánicos eumsa - inapropiados, vulgares.  

Los rituales, ellos argumentaban, no tenían el propósito de llamar a los espíritus o cambiar el destino.  Su finalidad era preservar el tejido social - quién debe hacer reverencia a quién, quién habla cuándo, quién es importante.

Los chamanes fueron orillados a los márgenes de sociedad - física y socialmente.

Fueron desterrados de la capital, se les impusieron impuestos excesivos, perdieron su posición en sociedad.

Las mujeres, en especial, pagaron el precio más alto - aquellas que bailaban y cantaban y se acercaban al mundo espiritual fueron acusadas de estar locas, de ser sucias, y mucho peor.

Sin embargo, persistieron.  

Porque la gente aún guardaba luto, aún temía, aún tenía esperanza,

aún buscaba a los chamanes coreanos en busca de respuestas.

Y ningún académico ni funcionario ofrecía lo que podía hacer una mudang: comunicarlos con alguien "en el otro lado."

Entonces llegaron los japoneses.

A fines de la década de los años 1800 y principio de los años 1900, Japón declaró que compartía un origen en común con Corea como justificación de la colonización.  Sus académicos no documentaron el chamanismo coreano con el objetivo de preservarlo sino de despojarlo de su singularidad.  Para comunicar: ¿Ven?  Somos iguales.  Corea nos pertenece.

Al mismo tiempo, los funcionarios japoneses trataron de borrar la voz de Corea - su idioma, su historia, su identidad.

Sin embargo, los intelectuales coreanos, como Ch’oe Nam-seon y Yi Nŭng-hwa, se defendieron.

Buscaron refugio en el chamanismo.

Se convirtió en un símbolo de resistencia - prueba de que Corea era distinta, era ancestral, estaba viva.

Yi argumentó que el chamanismo era la única religión nativa de Corea.

Que comprender a Corea, debías comprender a los espíritus.

​Porque enterradas bajo esas cantos, esas danzas, esas voces resonantes, se encontraba el alma del pueblo que se rehusó a olvidar su identidad.

Susurros, no escrituras: Cómo se transmite el chamanismo coreano 

Las viejas historias no nos llegan en libros.  Nos llegan en susurros.  En canciones transmitidas al atardecer.  En los rituales silenciosos de los mujeres que recuerdan lo que otros trataron de olvidar.

Durante miles de años, así han sobrevivido las tradiciones chamánicas coreanas - entretejidas a través de las generaciones, reconfiguradas por la guerra, la migración, el imperio, y el silencio.  Estas rituales e historias adaptados por necesidad, algunas permanecieron sencillos, transmitidos en silencio de madre a hija; otros combinados el budismo o en confucianismo, escondidos detrás de nuevos dioses; y algunos transformados completamente, sublimados en el fondo de la vida diaria, esperando a ser recordados.

Quién es la Mudang? El Papel de la Chamana Coreana

Al centro de todo se encuentra la mudang— o, más respetuosamente, la manshin.

Ella no es maga. No es santa.  No tiene poder sobre los espíritus—ella los escucha.  Habla con ellos.  Su poder es precisamente su habilidad para convertirse en un puente, en una voz.

La gran mayoría de las chamanes coreanas son mujeres.  Y la mayoría de sus clientes son mujeres también - madres, viudas, hijas - aquellas que se quedaron soportando el peso del pesar y de las preguntas sin respuestas.

Ellas se acercan a la manshin por muchas razones:

Para encontrar alivio, hablar con los seres queridos a los que han perdido.

Para pedir una bendición.

Para comprender la razón de una serie de malas fortundas.

El ritual que buscan es conocido como un gut (굿)—una poderosa ceremonia que es mejor espectáculo y más una negociación entre mundos.

¿Qué Sucede Durante un Gut? El Ritual Chamánico Coreano

Tambores suenan como truenos.  Los gongs son una estrella cuyo brillo tiene sonido.  La flauta toca una melodía más antigua que la memoria. La chamana canta una muga—una canción sagrada—cambiando su voz, su postura, y tono para señalas cuál de los espíritus está presente.

Es posible que hable como un abuelo, una viuda de guerra, un dios de la montaña.  

En un momento quizá se suelte llorando.

En otro instante, quizá baile.

Después - silencio total.


No es teatro.

Son los espíritus que se manifiestan.

 

Convirtiéndose en Chamana en Corea: Herencia o Iniciación

 

Existen dos formas de convertirse en mudang en Corea.

1. Por herencia.

Por transmisión de madre a hija, como un linaje secreto.

Estas chamanas son conocidas como seseummu y están profundamente atadas a su comunidad.  En la Isla de Jeju, se les llama shimbang - y aquí, como en otras partes de Corea, muchos chamanes son hombres.  

2. Por posesión (llamda de los espíritus)

En el norte, muchas son elegidas por los espíritus - no por la sangre..
Este vida inicia con el shinbyeong (신병)—“la enfermedad de los espíritus.”

Comienza por una enfermedad.  Pesadillas, epilepsia, depresión, visiones.
Ningún médico lo puede curar.  Ningún sacerdote lo puede explicar.

Solo se cura cuando la persona acepta el llamado.

Una vez que se rinde, la enfermedad se cura - e inicia el entrenamiento bajo una mudang con experiencia.

Las Herramientas de un Chamán: los Santuarios y Objetos Sagrados del Chamán

La mayoría de los chamanes empiezan sin nada: 

Sin batas.  Ni tambores.  Ni altar.

 

Con el tiempo, sus clientes ofrecen lo que pueden:

una vestimenta, o quizá una campana sagrada, o un espero de bronce,o un altar de madera.

 

Eventualmente, adquiere lo suficiente como para realizar su propio gut.

 

El ritual puede llevarse a cabo en su shindang (alta en su casa) o en un kuttang - un salón rentado para rituales cerca de las montañas.  Estos sitios son humildes pero sagrados, con frecuencia incluyen incienso, soju (bebida  alcohólica tradicional de arroz), cigarros, y comida para los espiritus.  

Las Montañas como Templos: Geografía Sagrada en el Chamanismo Coreano
Las montañas son clave.
En Corea se cree que las montañas son seres sagrados - los templos se encuentran entre el cielo y la tierra.  Muchos manshin forman ataduras espirituales muy profundas con espíritus específicos de las montañas, quienes los guían y protegen.  

Tipos de Rituales Chamánicos Coreanos (Gut)

Todos gut es distinto.

Cada cliente trae consigo un pesar distinto, una esperanza distinta.

Algunos de los tipos principales de gut son los siguientes: 

  • Byeonggut (병굿): para sanar a los enfermos cuando los doctores no pueden ayudarles

  • Chinogi / Ogu-gut (진오기 / 오구굿): para guiar a los difuntos a la vida después de la muerte

  • Dodanggut (도당굿): para proteger a pueblos enteros de la mala fortuna

  • Naerimgut (내림굿): ritual de iniciación con un nuevo chamán acepta el llamado

  • Sikkim-gut (씻김굿): ritual de limpia para los difuntos cuyos espíritus se niega a irse

El sikkim-gut, en especial, es bello y doloroso—

un último adiós a las almas atrapadas en este mundo por tristeza, confusión o ira.

¿Qué Posee a un Verdadero Chamán? Yŏnghŏm y Nunchi

Convertirse en chamán es una cosa.

Continuar siendo chamán - verdaderamente llevar dentro a los espíritus - es otra cosa completamente.


Requiere:

  • Yŏnghŏm (영험): Poder espiritual. Clarividencia.  Una presencia que entra en la consciencia antes que las palabras.

  • Nunchi (눈치): Una intuición profunda. El arte de conocer lo que no se ha pronunciado.  Intuir la tristeza detrás de una sonrisa, o el miedo detrás de una solicitud.

Yŏnghŏm conecta al chamán al mundo de los espíritus. 
El nunchi lo planta firmemente en este mundo.

Puesto que un gut no es solo sobre los dioses - es para las personas.

Su tristeza.  Su culpa.  Su añoranza.

Los Rituales Cotidianos: El Trabajo Silencioso del  Manshin

Un gut no es algo rutinario.  No es como una misa semanal.  Es algo especial, costoso, sagrdo.

La mayoría de los días, el manshin trabaja

 

Most days, the manshin works quietly:

  • Choosing a baby’s name

  • Blessing a new business

  • Writing bujeok (부적)—charms with prayers folded into wallets or hung behind doors

  • Praying for safe pregnancy, marriage, money, or healing

But when a gut is called—everything changes.

Each gut has a purpose. Each region of Korea has its own rhythm, its own gods, its own sacred songs.

 

  • Some rituals are for healing: the byeonggut, performed when no doctor can explain an illness.

  • Some are for the dead: the chinogi gut or ogu gut, guiding lost souls safely to the next world.

  • Some are for protection: the dodanggut, a community ritual that shields a whole village from misfortune.

  • Some are for the shaman herself: the naerimgut, a powerful initiation rite, marking the moment she’s fully embraced by the spirits.

 

And then there is the sikkim-gut (씻김굿)—the cleansing ritual.

It is beautiful. It is painful.
It is for those who died suddenly, bitterly, or without closure. For those whose spirits cannot let go.

The manshin becomes their voice. She sings their grief. Dances their story. Speaks the truths they could not.
Because in Korean belief, it’s not only the living who suffer.

The dead can suffer too.
And when they do, their sorrow lingers—casting shadows over the living in the form of bad luck, chronic illness, or misfortune that can’t be explained.

This is why the living must help the dead move on.
And sometimes, only a shaman can do that.

The Gut as Healing: Where Ritual Meets Emotion

A gut is not superstition.

It’s not theater.


It’s the oldest kind of healing—a conversation between worlds.

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But not all healing comes from the spirits.

Some comes from the heart—the aching, heavy, silenced heart of the living.

Sit through a gut, and you’ll notice something:


A flicker in someone’s eyes. A tear. A sudden laugh. The grief begins to move—like a knot loosening.

This is emotional transformation.

Not clinical therapy.
But a raw, embodied, ancestral form of healing.

On Jeju Island, shamans sometimes burst into laughter while channeling the dead—not to mock, but to shift sorrow into something lighter. The grief is honored. Then gently reshaped.

At its heart, this is what a gut offers: catharsis.

Anthropologists have long noted two things are necessary for a ritual to truly work:

  1. A release of deep, unspoken emotion.

  2. A shared belief that the shaman can do what she claims to do.

Without belief, it’s performance.
With belief, it’s healing.

In Confucian Korean society, where hierarchy often silences emotion, a gut offers something radical: permission.
To cry. To scream. To speak to the dead. To hope.

It is spiritual, yes.
But it is also psychological.

This is why scholars call it the Transformation Thesis: the idea that gut rituals are not only about spirit work, but emotional and mental release. That people seek out shamans not just for divine intervention—but to feel whole again.

Shamanism in Modern Korea: Finding Light in "Hell Joseon"

Today, South Korea is one of the most technologically advanced nations on earth.
But it is also a place many young people call “Hell Joseon.”

The term describes a modern reality shaped by:

  • crushing academic pressure

  • job market inequality

  • stagnant mobility

  • overwhelming societal expectations

 

Therapy exists, but stigma remains.
Mental health is whispered about, if at all.

But a shaman?
A shaman is someone you can cry in front of. Someone who won’t diagnose you—but will listen, see you, speak for you.

That’s why, in this wired world, people still take off their shoes, bow low, and whisper to the spirits.

Because sometimes, we don’t need a cure.
We just need to believe that someone—god, spirit, ancestor—is listening.

​​Shamanism and Christianity: Not Enemies, But Echoes

 

Unlike in many parts of the world, Korean shamanism never had to fight other religions to survive.

It didn’t retreat. It didn’t clash.
It simply adapted.
Like water, it flowed around the rocks.

In Korea, faith is rarely exclusive. A person might visit a shaman on Tuesday and attend church on Sunday—without a flicker of contradiction. Spirituality here is layered: ancestral, practical, intimate.

So when Christianity arrived on the peninsula, it didn’t erase the old ways.
It absorbed them.

 

To be accepted, Christianity had to speak a spiritual language Koreans already understood—one shaped by mountain gods, ancestor veneration, and divine intermediaries. It had to echo the spiritual instincts etched into the Korean soul.

 

And it did.

 

The Christian God became Hananim—“God in Heaven”—the same term shamans used for the highest deity in the cosmos.
Stories of miracles and healing felt familiar to a people raised on tales of spirits who could be moved through ritual and prayer.

 

Christianity didn’t feel foreign.
It felt... familiar.

​A Korean Faith: Layered, Adaptable, Deep

Over time, a uniquely Korean Christianity took shape. One that could coexist with the spirit world. One that didn’t just offer salvation—but something more urgent:

✨ Hope.
✨ Healing.
✨ Prosperity.

These promises mattered in a society shaped by colonization, war, poverty, and dictatorship.

Protestant and Catholic churches built hospitals, schools, and universities. They stood for human rights and democracy.
By 1945, after Japanese occupation ended, one-third of Korea’s political leaders were Christian—even though Christians made up only 4% of the population.

Today, the President of South Korea, Yoon Suk-yeol, is Roman Catholic.
Faith still runs deep.

But so does the old belief.

The Echo of Offerings: Shamanism Within the Church

 

Modern Korean Christians, like their ancestors, pray for protection, success, and peace.
They give sowonhongeum—offerings tied to a wish or petition.
They give gamsahongeum—thanks in the form of monetary gifts after prayers are answered.

These gestures echo the shamanic practice of leaving fruit, rice, or soju for the spirits during a gut.

Even in Seoul’s Yoido Full Gospel Church—the largest church in the world—some call the message a “theology of prosperity.”
Health. Wealth. Salvation.

A familiar trinity.
A shamanic one.

Misfortune is sometimes seen as the result of sin, spiritual impurity, or broken relationship with the divine—just as a shaman might attribute it to a restless ancestor or offended god.

In both traditions, healing requires a sacred transaction.
Not just faith—but ritual.
Not just belief—but participation.

​Spiritual Needs in Modern Korea

 

Anthropologist Laurel Kendall, who studied Korean shamans in the 1970s, noticed a shift:
In the past, gut were mostly for healing or helping the dead find peace.

But today, they are more often about something else:
Good fortune.

Because in modern Korea—a country defined by fierce competition, sky-high pressure, and precarious hope—wealth, success, and advancement have become spiritual needs.

And so, whether in a glittering megachurch or a candle-lit kuttang nestled near a sacred mountain, people still ask the same questions:

  • Will my child pass the exam?

  • Will my business survive?

  • Will I recover?

  • Am I protected?

In this way, Christianity and shamanism are not adversaries.
They are parallel paths.
Two different roads toward the same longing:

To feel seen by something greater.
To know someone is listening.
To believe we are not alone.

Finding My Way Back

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Today, Korean shamanism lives not just in remote villages or quiet shrines, but online.

A visit to neomudang.com opens a world once hidden:


Profiles of manshin, each one offering their gifts—ancestor blessings, love fortunes, real estate advice, even reunion rituals after heartbreak.
 

Their bios read like quiet confessions:
“It has been 10 years since I was possessed by a spirit… I’ve led people to heaven… I will work hard as your staff.”

 

The rituals are still sacred.
But now, they stream in HD.

The spirits haven’t left.
They’ve just evolved.
Like always.

Even the most sincere shamans must adapt. They need websites, reviews, and loyal clients. They must become part mystic, part performer—able to persuade, connect, comfort.

As anthropologist Laurel Kendall once observed, a shaman must do more than summon the gods.
She must convince her clients that misfortune can be transformed.

That destiny is not fixed.
That hope is still possible.

And me?

 

I was once that little girl who asked too many questions:


Why don’t we go to church?
What religion are we?
Is it okay if we have none?

I didn’t know then what I know now—that we did have something.
Not a religion with pews or incense or sermons.
But something older.
Something felt.

I didn’t realize it at the time, but the silence of my mother… the vague answers of my aunt…
They weren’t voids.
They were thresholds.
The quiet start of a long, winding search.

And now, after years of reading, remembering, and walking the path back through ritual—I feel it:

A quiet warmth.
A presence behind me.
Not fear. Not doctrine.
But comfort.

When I see a gut on screen—drums pounding, voices rising, spirits arriving one by one—I don’t feel superstition.
I feel home.

Because somewhere inside me, I know:

✨ My ancestors are still watching.
✨ They are the reason I carry stories I’ve never been told.
✨ They are the reason I ask the questions I do.
✨ They are the reason shamanism doesn’t frighten me—but calms me.

Korea, in its own quiet, mysterious way, tells me something I didn’t know I needed to hear:

That it’s okay to find peace here.
That belief doesn’t need a name.
That lineage is a kind of prayer.
That the past is never gone—it just waits for us to listen.

 

I no longer ask “Do I belong to a religion?”

 

I ask instead:

Who walks with me when I’m afraid?
Who listens when no one else can?
Who do I speak to when I light a candle in the dark?

And I know the answer.

I feel it in my bones.
They are still here.
And they are listening.

​By Graciela Hahn Villagrán, who walks accompanied by

my eomma Graciela Villagrán Olvera

and

my appa Felipe Hahn Lee

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